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El temblor esencial es uno de los trastornos del movimiento más comunes, pero también el más desconocido e infradiagnosticado. Esta enfermedad neurológica crónica y progresiva afecta en España a más de 600.000 personas, influyendo de forma significativa en su vida diaria y estado de ánimo. Desde Dedicae queremos ayudar a identificarla y saber cómo actuar si la padece alguno de nuestros seres queridos.
El temblor esencial se caracteriza ante todo por un temblor incontrolable en manos y brazos que provoca problemas a la hora de usar o sostener objetos pequeños, como el mando de la televisión, un cubierto, un vaso o un bolígrafo, e igualmente al realizar algunas rutinas habituales, como afeitarse, introducir la llave en la cerradura, abrocharse una camisa, conducir o coser. Generalmente, también se ve acompañado de movimientos involuntarios de la cabeza y/o una expresión de voz entrecortada.
Como explican desde la Sociedad Española de Neurología, aunque esta enfermedad no es grave, altera de forma muy significativa los hábitos del día a día, merma la capacidad de hacer tareas muy simples y genera una gran dependencia, especialmente en los pacientes con temblor severo. Más frecuente a partir de los 65 años, debe ser por tanto motivo de consulta médica inmediata para obtener un diagnóstico precoz y recibir el tratamiento más adecuado antes de que se convierta en más frustrante e incapacitante.
Aunque hay evidencias de que en el 60% de los pacientes existen antecedentes familiares, los neurólogos ignoran todavía cuál es su causa pero se baraja la opción de que el temblor esencial sea hereditario. Para estos especialistas, probablemente haya surgido una disfunción en alguno de los circuitos cerebrales -más en concreto, el que arranca desde el cerebelo, tálamo y córtex, el circuito del control motor-, pero sin presentarse una lesión estructural que indique realmente el porqué.
Por tanto, el diagnóstico se establece mediante la exploración física del paciente, acompañada en ocasiones de la realización de pruebas para evaluar su sistema nervioso (resonancia magnética y exámenes neurofisiológicos). Es aquí también cuando se descartará que se trate de la enfermedad de Parkinson, un trastorno muy diferente al del temblor esencial, aunque comparta con éste el temblor.
La enfermedad de Parkinson es diez veces menos frecuente que el temblor esencial y se diferencia en que se trata de una patología neurodegenerativa con síntomas diferentes: el temblor de manos aparece en situaciones de reposo, no al realizar actividades manuales, y conlleva otros signos asociados, como la rigidez de los movimientos y problemas para caminar.
Lamentablemente, aún no existe cura para el temblor esencial; y los tratamientos disponibles están enfocados a reducir la gravedad del temblor y mejorar la calidad de vida de las personas que lo sufren. Para los casos leves y moderados, los neurólogos -tras evaluar las características del paciente-, pueden prescribir distintos medicamentos que ayudan a aliviar los síntomas, como el Propranolol (betabloqueante); la Primidona, el Topiramato y la Gabapentina (anticonvulsivos); y el Clonazepam, Diazepam, Lorazepam y Alprazolam (ansiolíticos).
En los casos en que el temblor interfiere gravemente en la capacidad de realizar las actividades diarias, interactuar socialmente o trabajar, los especialistas también pueden recurrir a las inyecciones de toxina botulínica en los músculos afectados, y a otras alternativas más avanzadas realizadas en hospital, como la terapia de ultrasonidos focalizados de alta intensidad (guiados por resonancia magnética) o la estimulación profunda (un procedimiento quirúrgico que coloca un electrodo en el cerebro para enviar estímulos eléctricos que bloqueen las señales nerviosas causantes del movimiento involuntario).
En Dedicae sabemos que, sobre todo las personas mayores que sufren temblor esencial, precisan de cuidados más específicos, y las animamos a vivirlo sin enfado, frustración o tristeza. Para ello, ponemos en práctica las recomendaciones de la International Essential Tremor Foundation, que reducen el impacto de esta enfermedad:
Igualmente, procuramos que el paciente utilice los instrumentos y ayudas técnicas disponibles en el mercado para mejorar su calidad de vida:
FUENTES:
Ictus o infarto cerebral. Qué es, cómo detectarlo y cuáles son los síntomas
Cuidados paliativos durante el cáncer. ¿Qué son? ¿Cuánto duran? ¿Cuándo se aplican?