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Accidentes por caídas en mayores
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Accidentes por caídas en mayores
Una caída accidental se define como un movimiento descendente, repentino, no intencionado del cuerpo hacia el suelo u otra superficie. La importancia de las caídas en personas mayores radica en su potencial morbilidad asociada a inmovilidad, pérdida de autonomía, ingreso prematuro en residencias y problemas sociosanitarios. Dedicae les da a conocer las principales causas de las caídas y qué estrategias son las más indicadas para prevenir este grave problema.
Con la edad experimentamos cambios fisiológicos que pueden aumentar la probabilidad de tener una caída: Nuestra forma de caminar puede variar. Reflejos más lentos, menor fuerza muscular. Es muy posible que la vista y el oído estén deteriorados y su capacidad de avisarnos de ciertos peligros esté alterada.
Las enfermedades más prevalentes de la edad adulta como cardiopatías, osteoporosis, depresión y ansiedad, ictus, deterioro cognitivo…, pueden ocasionar situaciones que deriven en una caída por falta de estabilidad. Los fármacos prescritos para estas enfermedades tienen efectos secundarios que pueden disminuir la capacidad de nuestros reflejos o provocar síncopes.
Las caídas no son un fenómeno inevitable del envejecimiento, tienen sus propios factores de riesgo perfectamente identificados. Los factores responsables de una caída pueden ser intrínsecos (relacionados con el propio paciente) y extrínsecos (derivados de la actividad y del entorno).
Los factores propios del paciente incluyen:
Los factores extrínsecos son el resultado de la interacción entre los factores ambientales, las actividades de riesgo y la susceptibilidad individual y aunque las caídas a veces tienen una causa única la mayoría de los casos son consecuencia de múltiples factores.
Los factores ambientales más comunes son:
Es importante el enfoque rehabilitador para disminuir las incapacidades derivadas de las consecuencias físicas y psicológicas de las caídas en adultos mayores.
Tras una caída se debe enseñar a levantarse, rehabilitar la estabilidad, reeducar la marcha, rehabilitar los trastornos del equilibrio y tratar el síndrome postcaída.
Haber sufrido una caída en algún momento, es un factor predictivo relacionado con la posibilidad de tener otras caídas.
Fuentes: