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Uno de los consejos que la sabiduría popular siempre nos ha dado, y que, como todo, tiene algún fundamento, es mantener una actitud positiva y a ser posible con humor. En esa línea, un humorista comentaba que con los años se entraba en la “edad de la música” porque cuando se llega a ella los movimientos se acompañan con frecuencia de alguna pequeña queja, ¡ah!..¡huu!.. y muchas veces con “crujidos” de las articulaciones. La causa suele ser la artrosis, también llamada osteoartrosis u osteoartritis. Se calcula que afecta a 500 millones de personas en el mundo, 7 millones en España.
En este nuevo artículo el Dr. Alberto Rodríguez Balo, médico de familia y asesor de Dedicae, te cuenta qué es la artrosis y recomendaciones para prevenirla y para paliar los síntomas.
¿Qué es la Artrosis?
Es una enfermedad de las articulaciones relacionada con el desgaste de un tejido, el cartílago hialino, que recubre las superficies de los extremos de los huesos que forman una articulación y que sirve para amortiguar la carga y el roce que se produce con el movimiento. Cuando se presenta la enfermedad el cartílago se va desgastando y pierde esa capacidad amortiguadora, pudiendo incluso desaparecer, lo que produce dolor y los síntomas antes mencionados. Habitualmente afecta a la columna cervical y lumbar, hombro, dedos de la mano, cadera rodilla y dedo gordo del pie.
El dolor es a veces difícil de definir, lo que pone en apuros a la hora de responder a las preguntas del médico (¿cómo es?: Como si apretaran, como una quemadura, ¿escozor? ¿cómo un pinchazo? ….) y mal localizado. Se suele producir al mover la articulación afectada y al principio generalmente empeora con el transcurso del día, aunque al avanzar la degeneración de la articulación puede aparecer en reposo o durante el descanso nocturno. Y, aunque alguna encuesta señala que un 70% de pacientes refieren que con el cambio de tiempo aumenta su dolor, los estudios que se han hecho para comprobar si es una realidad y si existe una causa que lo justifique, no han llegado a dar nada concluyente.
También puede presentarse alteración de la forma de las articulaciones, con ensanchamiento de los huesos de la articulación y desviación del alineamiento que normalmente mantienen. Se acompaña de disminución del grado de movimiento, dolor a la presión, chasquidos y crepitación.
Algunos tipos de artrosis se han relacionado con factores genéticos y su presencia es más frecuente con la edad y con circunstancias que implican sobrecarga de las articulaciones; como obesidad, actividades laborales que den lugar a uso prolongado y repetido de las articulaciones, actividad física de competición, lesiones de las articulaciones, alteraciones de alineación de las mismas…
¿Qué hacemos para prevenir la Artrosis?
La prevención de la artrosis está relacionada con los factores de sobrecarga de las articulaciones y con los hábitos de vida saludable:
No fumar
En principio puede parecer que no hay relación entre artrosis y el hábito tabáquico pero el tabaco genera los denominados radicales libres, que son sustancias que provocan inflamación y que en el caso de que ya exista pueden agravarla. En la artrosis el desgaste articular de por sí provoca episodios de inflamación de grado variable. Además, el tabaco provoca un menor aporte de oxígeno a los tejidos, lo que disminuye su capacidad de regeneración.
No consumir bebidas alcohólicas
El consumo de bebidas alcohólicas, incluso moderado, se ha relacionado con un incremento de los síntomas de la artrosis de manos. En base a ello se recomienda evitar su consumo.
Evitar el sobrepeso
Como hemos comentado, un exceso de peso y sobre todo en grado de obesidad, sobrecarga las articulaciones y potencia su desgaste. Por ejemplo, un sobrepeso de medio kilo de peso corporal supone un incremento de carga a soportar por las rodillas equivalente a 1-2 kg de más.
Hacer ejercicio
Haga ejercicio, dentro de los límites recomendados para mantener una buena salud. Ayuda a mantener un peso corporal correcto, pero además mantiene un buen tono muscular que ayuda a evitar la sobrecarga de las articulaciones.
Recomendaciones si ya tengo Artrosis
Y si ya tengo artrosis, aparte de las indicaciones de posibles medicamentos que me prescriban, ¿qué puedo hacer?
Mantenga un peso corporal correcto
Cada kilo de más supone una carga extra para las articulaciones. Haga ejercicio adecuado para su edad y cuide su alimentación. Si tiene sobrepeso comience con una dieta que le permita aproximarse al peso recomendado para usted. Consulte con su enfermera o médico para que le ayude a escoger la pauta más adecuada.
Utilice termoterapia
La aplicación local de calor (manta eléctrica, bolsas de gel para calentar en microondas, bolsa de agua caliente) sobre la articulación dolorida, calma el dolor y además al relajar la musculatura que se contrae como consecuencia de éste, potencia el efecto analgésico. Sin embargo, si la articulación dolorida está enrojecida, caliente o hinchada, indica que hay un brote de inflamación, y en este caso, la aplicación local de frio (bolsas de hielo, acumuladores de frio o bolsas de gel congeladas) es lo aconsejable.
Si utiliza estos medios de aplicación de calor o frio tenga precaución de no mantenerlos prolongadamente en contacto con la piel (unos 10 minutos tres veces al día es suficiente) o si la temperatura que alcanzan es extrema, no lo aplique directamente para evitar lesiones.
Cuide la postura
Al dormir use un colchón firme, que ofrezca una superficie plana, pero que se adapte a nuestro cuerpo. Uno excesivamente blando o duro puede provocar más dolores. Aunque para dormir es más aconsejable la postura boca arriba habrá personas a las que la posición lateral le dará más alivio. En general la que puede empeorar más las molestias, sobre todo de columna, es la postura boca abajo.
Al sentarse evite los sillones más hundidos o bajos. Utilice sillas de respaldo recto y de una altura que permita plantar correctamente los pies en el suelo. Esto permitirá una postura más natural y evitará esfuerzos en las articulaciones de las piernas a la hora de incorporarse.
Y no se mantenga sentado durante horas, lo que incluye los viajes. Intente moverse cada 1-2 horas para prevenir la rigidez articular.
No sobrecargue las articulaciones
Cuidado con cargar con pesos excesivos, caminar por terrenos irregulares o con pendientes pronunciadas. Y si la cadera o rodilla le están dando ya problemas, utilice un bastón, sobre todo en éstas circunstancias.
El calzado también ayuda a proteger las articulaciones. Una suela gruesa amortigua el impacto en caderas y rodillas. Las plantillas y taloneras de silicona consiguen el mismo efecto. Y evite los tacones ya que sobrecargan las articulaciones del pie. Si puede emplee zapato plano.
Haga ejercicio
Los más recomendables son andar, bicicleta o natación, adaptado siempre a las características de cada persona. No se recomiendan los de gran sobrecarga física por el impacto sobre las articulaciones. El ejercicio aporta muchos efectos beneficiosos que contribuyen al control de los síntomas causados por la artrosis y de por sí ayuda a disminuir el dolor en las articulaciones.
Su enfermera o médico puede además recomendarle ejercicios específicos para las articulaciones que le estén molestando.
Eso sí, en los periodos en los que haya dolor más intenso, lo aconsejable es reposo relativo.
Mantenga una actitud positiva
Las emociones influyen directamente en cómo se viven el dolor y las limitaciones, y el sufrimiento y la percepción de limitación se agravan con la desesperanza o el sentimiento de impotencia. El enfocarse en lo que se puede hacer, darse cuenta de las posibilidades de actuación, y el buen humor, evitan el bloqueo y la inacción en una enfermedad que puede abordarse con el tratamiento que se prescriba y siguiendo las indicaciones en hábitos de pudiendo así disminuir su impacto.
Dr. Alberto Rodríguez Balo
Médico de Familia y Asesor de Dedicae