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La intolerancia a la lactosa y la alergia a las proteínas de la leche de vaca son dos afecciones comunes que pueden causar síntomas gastrointestinales después de consumir productos lácteos. Aunque a menudo se confunden, estas afecciones son diferentes en términos de su causa, síntomas y tratamiento.
Intolerancia a la lactosa
La intolerancia a la lactosa se produce cuando el cuerpo tiene dificultades para digerir la lactosa, un azúcar presente en la leche y otros productos lácteos. La lactosa se descompone en el intestino delgado mediante la acción de una enzima llamada lactasa. Si el cuerpo no produce suficiente lactasa, la lactosa no se descompone adecuadamente y puede causar síntomas como dolor abdominal, hinchazón, gases y diarrea.
Alergia a las proteínas de la leche de vaca
Por otro lado, la alergia a las proteínas de la leche de vaca se produce cuando el sistema inmunológico del cuerpo reacciona de manera exagerada a ciertas proteínas presentes en la leche de vaca. Esta reacción inmunitaria puede causar una amplia variedad de síntomas, desde leves hasta potencialmente mortales, como urticaria, dificultad para respirar, hinchazón de los labios, la lengua y la garganta, y en casos raros, anafilaxia.
En el siguiente vídeo de nuestro canal de Youtube, la enfermera te cuenta las principales diferencias entre las dos y recomendaciones dietéticas de la Fundación Española del Aparato Digestivo.