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A nivel mundial el cáncer colorrectal es el tercero en frecuencia, y la segunda causa de muerte por cáncer.
El Cáncer Colorrectal en España
Según la SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica), el cáncer colorrectar será el que más casos presente en 2023, esperándose unos 42.721 nuevos casos. Es el segundo en frecuencia tanto en mujeres (el primero es el de mama) como en hombres (siendo el primero el de próstata). Y, aunque actualmente es un tumor que se presenta habitualmente en personas mayores de 50 años, a lo largo de los años ha evolucionado disminuyendo su presencia en personas de edad avanzada, en gran parte debido a los programas de detección temprana, e incrementándose en edades más jóvenes debido a la exposición creciente a factores de riesgo derivados de los cambios en los estilos de vida con un incremento en la población menor de 50 años, del 120% el de colon y un 140% el de recto, en los últimos 20 años.
En cuanto a la mortalidad, este tumor ocasionó 15.125 fallecimientos en España en el 2021, ocupando el segundo lugar entre las muertes por cáncer.
Factores de Riesgo en el Cáncer Colorrectal
Se sabe que su presentación se relaciona con determinados factores de riesgo y con una base de predisposición congénita. La edad es un factor de riesgo presentándose con mayor frecuencia entre los 65 y 80 años. También influyen factores medioambientales, esencialmente en relación con la dieta, que afecta al microambiente intestinal. Las dietas pobres en fibra, fruta y verdura y ricas en grasas animales, carnes rojas y alimentos procesados generan cambios en la flora intestinal que promueven la presencia de sustancias que favorecen la presentación de este cáncer.
Otros hábitos como fumar, el consumo de alcohol y la inactividad física también se asocian con un aumento del riesgo.
Por el contrario, una dieta adecuada, que incluya el consumo de pescado, no fumar, no consumir alcohol y la actividad física, son factores protectores frente al cáncer colorrectal. Cuando se siguen estas indicaciones hablamos de prevención primaria.
Los programas de detección precoz en el cáncer colorrectal
Hablamos de prevención secundaria cuando actuamos en la detección precoz de lesiones que pueden evolucionar al cáncer, son los denominados pólipos y es el objetivo de los programas de cribado en el curso de los cuales se pueden detectar también lesiones ya cancerosas e intervenir en etapas tempranas, evitando la progresión a cáncer o en caso de que estén ya presentes, aumentar la supervivencia.
Estos programas se dirigen a la población con mayor probabilidad de presentar estas lesiones, personas entre 50 y 69 años, sin síntomas ni enfermedades que se relacionan con mayor riesgo de cáncer colorrectal y que son también objeto de pautas de detección precoz específicos en función de esos factores aunque pero fuera de las que se establecen para la población general.
En los programas de cribado se utiliza como primera actuación la detección de sangre oculta en heces, que permite detectar la presencia de sangre no visible a simple vista como alerta de presencia de lesiones que necesitan una comprobación mediante colonoscopia y que además puede permitir su extirpación.
Cómo preparar la colonoscopia
La colonoscopia es una prueba por la que se exploran directamente el colon y el recto para localizar y en su caso extirpar, los posibles pólipos. Consiste en la introducción por el ano de un tubo flexible de un diámetro inferior a 1 cm, que dispone de una luz en el extremo que se introduce, lo que permite ver directamente mediante una cámara de video las paredes intestinales. Se realiza con sedación de modo que pasa prácticamente sin molestias para la persona. Es muy importante dejar limpias las paredes del colon para que la exploración permita una visualización completa y no queden lesiones ocultas por restos de alimentos.
Y esta es la mayor debilidad de la prueba, se registran entre un 9 y un 30% de colonoscopias sin la calidad necesaria debido a una mala preparación, necesitando una repetición posterior.
Si necesita información adicional para preparar la prueba una enfermera de Dedicae puede guiarle en el proceso y de esta manera maximizar la eficacia de la prueba.
Una preparación correcta necesita de 3 elementos: dieta, utilización de laxante y ayuno completo.
La dieta para la colonoscopia
La dieta se dirige a disminuir la presencia de fibras y masa fecal en el colon, de modo que los pasos posteriores sean más eficaces en dejar el colon lo más limpio posible de restos. Aunque hay pautas diferentes, en general se utiliza una primera fase de dieta pobre en fibra que se sigue de dieta líquida.
La dieta pobre en residuos consiste en tomar alimentos que tengan poca fibra y no incrementen la cantidad de materia presente en el intestino. Puede iniciarse desde 48-72 horas antes de la prueba y consiste en evitar productos lácteos enteros, quesos grasos, productos integrales, frutas, verduras y legumbres, arroz y pastas, carnes grasas, embutidos, pescados azules, chocolate, pasteles y frutos secos. Se pueden tomar carnes magras y pollo, pescado blanco, tortilla francesa, quesos curados, caldos desgrasados filtrados, zumos filtrados, infusiones, café, agua. Los alimentos se deben preparar a la plancha o cocidos.
Hay pequeñas variaciones en las recomendaciones sobre los alimentos para esta dieta entre los diferentes centros en los que se realiza la prueba por lo que ante una duda lo más recomendable es preguntar en el momento en el que se nos informe de la prueba y de la preparación a seguir.
Esta dieta se sustituye por dieta líquida el día previo a la prueba: caldos filtrados, zumos colados sin pulpa, infusiones, café y bebidas isotónicas sin gas. La leche está excluida.
También hay variaciones en relación a la dieta líquida; en algunos centros se indica que está permita la lecha desnatada, se permiten las gelatinas y en cuanto a los zumos se excluyen los de color rojo por posibles confusiones con sangre durante la exploración. Como en el caso anterior es recomendable preguntar ante la duda.
Esta dieta pasa a ser absoluta de 6 a 4 horas antes de la prueba, aunque en algunas indicaciones ésta se instaura 2 horas antes.
Los laxantes para la colonoscopia
Las dudas en cuanto a la medicación que se toma es mejor consultarlas cuando se nos informe de la prueba.
La preparación incluye tomar un medicamento laxante que dependiendo de la hora de la prueba puede ser el día antes o el mismo día. Hay diferentes medicamentos. Sea cual sea el utilizado, se diluye en agua y se sigue de una ingesta abundante de líquidos, en un ritmo y dosis que varía según el que se utilice. La dosis del laxante en cuanto a la cantidad que hay que tomar también varía pero todos requieren de ingesta de una cantidad de líquido abundante y en un tiempo relativamente corto, que junto a las características de sabor de los medicamentos disponibles hacen que para muchas personas sea la parte más difícil de la preparación y la que menor cumplimentación tiene.
Para ello se recomiendan diversos “trucos”:
- Diluir el laxante en agua fría, y en el caso de los que la ingesta del mismo se fraccione en varias tomas tras su preparación, conservarlo en la nevera.
- Ingerir el laxante a sorbos pequeños.
- Tomar el laxante con pajita, alejando el sorbo a tomar del inicio de la lengua para disminuir la percepción del sabor
- Tras la ingesta del laxante, y en caso de náuseas, chupar hielo, cepillarse la boca o enjuagarla con algún zumo o refresco sin gas. Incluso tras cada deglución del preparado laxante.
El efecto laxante se inicia aproximadamente 40 minutos después comenzar la toma, aunque según personas puede demorarse algo más, produciendo deposiciones líquidas cada vez más claras. Si finalmente las heces no son líquidas y claras la preparación no será adecuada. Ante la duda es recomendable comunicarlo antes del inicio de la exploración.
Estas recomendaciones de preparación para la prueba están en continua revisión. De hecho, se está planteando una dieta específica baja en fibra que sustituya a la pauta de dieta baja en fibra seguida de dieta líquida y hay una alternativa de tabletas a la preparación liquida de laxante, ya autorizada en USA.
En cualquier caso, la colonoscopia es una exploración que ha supuesto un gran paso ante el cáncer colorrectal y cuyo inconveniente más visible es una preparación que se compensa ampliamente por los beneficios de la prueba.
Dr. Alberto Rodríguez Balo